Avril Lavigne retoma sus clases de monopatín, ¡lloremos bajito!

Si hay algo que nos fascina de alguna de nuestras estrellas es el momento en el que Dios sabe qué mierda se les pasa por la cabeza y prestan su imágen a un producto sin sentido alguno. En esta ocasión, en la entrega número tropecientos dos, os traemos a Avril Lavigne quién no le es suficiente con lanzar nuevo disco que además ahora promociona un té helado de tierras Asiáticas.


Avril es totalmente consciente de que las ocho copias que va a vender de su nuevo álbum no le van a ser de gran utilidad para pagar la factura de la luz y la comunidad, por lo que ha tenido que hacer un guiño al pluriempleo y buscarse algo en lo que vuelve a fracasar estrepitosamente como cantante.

No son unos buenos tiempos para la canadiense. En lo que tarda en grabar un disco, Nicki Minaj lanza dos docenas de videos, Rihanna trescientos singles y Katy Perry hace seiscientas cuatro presentaciones por todos los programas de televisión habidos y por haber. Por si acaso no suena la flauta, no ha querido perder la oportunidad de asegurarse un fajo de billetitos en el bolsillo y ha grabado un anuncio para una conocida marca de tés helados de Asia, donde promociona su nuevo single "Sk8er Boi" ¡Oh, wait!

Sufrimos un retroceso de casi diez años. Unos tiempos en los que la humanidad tenía fé en este metro cincuenta armado de un monopatín y el monopolio del eyeliner. El anuncio comienza con una Avril feliz, contenta de estar acompañada de sus nuevos amigos chinos, excitada por reencontrarse con su viejo amigo de ruedas que abandonó en un garaje tras la grabación de su segundo álbum, pero ya se sabe que la vida de una popstar no es todo felicidad ni de lejos, por lo que de repente se topa con la demolición de un parque de skaters. Pero tranquilos, no sufráis, Avril es una chica con recursos que tiene en su poder el graduado escolar. Avril vuelve a reconstruir el lugar en las alturas de un rascacielos y el universo vuelve a recobrar su sentido. Fascinante, amigos.