Hay cosas que se ven venir de lejos. Cosas como que Miley Cyrus tarde o temprano iba a convertirse en una pequeña golfa, la amplia colección de flops de Nicole Scherzinger tras la separación de las Pussycat Dolls, que Lady Gaga tarde o temprano iba a caer gravemente enferma...
El frenético ritmo de vida que lleva la Germanotta no podía ir acabar en nada bueno, y tarde o temprano iba a pasarle factura, con IVA incluído y todo.
Tras una larga sucesión de conciertos a sus espaldas, sin apenas días de descanso de por medio, Gaga, no ha podido más, y a tan solo un mes de acabar su gira, se ha visto obligada a cancelar los próximos cuatro conciertos que marcaba su calendario.
Los Little Monsters de Chicago, Detroit y Hamilton, parece que tendrán que esperar para que la íntérprete de Bad Romance visite sus ciudades más adelante, pero es que la inventora del sujetador con metralletas ya no puede más. Ayer mismo escribía desde su cuenta de Twitter lo mal que se encontraba, físicamente y mentalmente por sus fans.
Había tratado de esconder durante un tiempo su malestar a los miembros de su equipo, pero ya le ha sido imposible, casi no puede moverse, y ha sido el propio médico el que le ha ordenado descanso inmediato.
Si es que niña, lo que yo te diga, que el mundo del artisteo es muy duro. Que no es solo vestirse como una mamarracha y salir a la calle sin ropa interior, que hay más trabajo que hacer.
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