El segundo disco de una cantante primeriza es el que puede coronarte como una estrella definitivamente, o al contrario, hacer que acabes comprando ropa de LIDL. Esto último es lo que le ha pasado a Ke$ha. Ser una pija que se las da de rebelde por tener un par de piercings estuvo bien durante un tiempo, pero si de verdad quieres consolidar tu carrera, hay ciertas cosas que no debes hacer. Cosas como beber de tu propia orina. Ser una malota con minishorts gusta, ser una guarra, no. De cajón.
Mientras Ke$ha en estos momentos puede que se esté peleando con algún vagabundo por un tetrabrick de vino tinto, Jessie J está muertecita de miedo, y no es para menos. Su single estaba preparado para ser lanzado junto al videoclip oficial mañana mismo, pues bien, alguien, y cuando decimos alguien queremos decir su discográfica, acabó por filtrarlo ayer por la noche.
Wild, que así se llama el nuevo tema de la intérprete de Price Tag, suena increiblemente genial. Ha querido coquetear con sonidos más urbanos como en aquellos tiempos de Do It Like A Dude. Se trata de un single potente que cuenta con la presencia de raperos y un videoclip que haría vomitar a una cabra.
Partamos de que los videos con una introducción larguísima al principio son propiedad de Lady Gaga y solo porque nos encanta cuando se hace la filósofa tratando de hacernos creer que tiene la ESO. En el caso del nuevo video de Jessie J se trata de casi un minuto de la chica caminando detrás del plató donde se grabó el videoclip. No, no nos interesa en absoluto.
Ser en blanco y negro podría haber sido una gran ventaja para darnos cientos de efectos chulis con sombras, paredes blancas y demás cosas que aprendimos de Sasha en Single Ladies. Pero no, Jessie J opta por no hacer nada que no sea dar tumbos por el lugar en sujetador y bragas de regla. Punto negativo para la inglesa. Menos mal que no la ha cagado con la canción porque si no negras sombras planearían de verdad sobre el futuro de nuestra Jessie.
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