Masacre espacio-temporal la vivida en el día de ayer. Hay un tipo de personas que hacen subir el pan cada vez que abren la boca, a ese grupo pertenece Justin Bieber, quién aprovechando la parte Europea de su gira decidió visitar la casa-museo de Ana Frank. Hasta ahí lo único que nos resulta extraño en la historia es que el intérprete de Boyfriend conozca a la pequeña Ana. No nos culpéis, no sabía donde situar en un mapa Alemania, no nos sorprendería que no sepa nada de historia al igual que de geografía. El caso es que el ex de Selena Gomez no quiso perder la oportunidad para regalarnos una nueva perla que seguramente pase a la prosperidad. ¿Listos?
En su visita a Holanda, el chico, hizo una pequeña parada en dicho museo. Todo transcurría con normalidad. Justin y sus guardaespaldas se disponían a abandonar el recinto, pero antes de nada, quiso dejar constancia de su aparición por el lugar firmando en el libro de visitas.
Agarraos. En él, Justin, escribió:
"Ha sido muy inspirador poder venir aquí. Ana era una chica maravillosa. Quizás habría sido una belieber"
Sí. Seguramente a Ana Frank le habría encantado oír una canción de Bieber. Casi podemos imaginar a la chica escondida en un pequeño agujero deseando que una joven promesa del pop adolescente apareciera en su vida para salvarla. Obviamente se trata de una ironía, pero sí, será lo que Justin tuviera en mente en ese momento para cometer tal cagada.
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