Taylor Swift es todo un coñazo, que no es lo mismo que tener un coñazo. En eso estamos todos de acuerdo. La fortuna que guarda la cantante es algo sumamente inexplicable. Sus discos son lo peor del mundo, sus singles son usados como elementos de torturas negadas a la prensa en Guantánamo y ella tiene menos carisma que un apio. Aún así, Taylor, todo el dinero y más para comprarse una nueva y modesta casita.
El palacete que se ha agenciado la Swift se encontra en Rhode Island, al noreste de Estados Unidos, y le ha costado unos 18 millones de dólares. Vamos, la calderilla que muchos de nosotros solemos llevar en el bolsillo una vez que regresamos a casa tras comprar el pan.
Según cuenta Europa Press, parece un castillo. Un castillo de once mil metros cuadrados, de los que tan solo lo que viene siendo la casa ocupa cinco hectáreas de terreno, además de contar con una piscina que quitaría el hipo a más de uno. Por el momento, y digo que solo por el momento, Taylor Swift estará sola en esta mansión y es que no sabemos que le depara el futuro al desgraciado corazón de la chica.
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