No sabemos que es lo que está pasando en el mundo, pero cuando alguien como Rihanna, adicta al trabajo y a las uñas postizas, se da de baja y se pone a cancelar conciertos como una loca, algo no va demasiado bien.
¿Qué cojones hizo esta criatura en su primer concierto del Diamonds World Tour para que se nos quedara para allá? Cantar demasiado desde luego no, porque la mitad del tracklist del concierto eran duetos entre el track que sonaba de fondo y el público.
El caso es que no se ha vuelto a saber más del tour de Rihanna después de la noche de su estreno. Este domingo día diez, RiRi, dejaba tirados a sus fans de Boston tras cancelar el concierto que tenía programado en el lugar. "¡Nenaza! ¡Madonna en su lugar saldría al escenario con más escote que nunca y llegaría incluso a sacarse la laringe con una aguja de punto para después sortearla entre sus fans, si fuera necesario!" Pensarán unos, "A esta le ha pasado lo que a mi prima la Jenny que se la chupó a su novio con tan mala suerte que le perforó las cuerdas vocales" Pensarán otros.
La teoría confirmada por el propio equipo de Rihanna es que la chica se encuentra muy resfriada y ha pillado una buena laringitis. También canceló a última hora su concierto del día doce en Baltimore, y claro, los de Philadelphia están acojonados porque puede que a ellos les toque mañana.
Live Nation, quién lleva todo el tema de las entradas de la moza, está pidiendo que en ningún momento se deshagan de las entradas ya que no se sabe si esos conciertos se harán en futuro o no. ¿Será verdad que Rihanna necesita urgentemente unas vacaciones? Nena, tomate un respiro, tomate un Kit kat.
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